lunes, 27 de octubre de 2014

El porqué del silencio. De lo que no se habló.

Por María Cristina Gallo
Autoridades, coro y disertante
 
Como parte de los festejos por el “25° Aniversario del Círculo Trentino de Bahía Blanca” y la “XIV° Semana de la Lengua Italiana” organizada por la “Asociación Dante Alighieri” local, el pasado Viernes 24 de octubre de 2014, a las 20.00 hs., en Rondeau, 26 de Bahía Blanca, la Licenciada en Historia Ana Miravalles, ofreció una conferencia sobre "Heridos de guerra: la 1° Guerra de los inmigrantes italianos llegados a Bahía Blanca después de los años 20”.

El atentado de Sarajevo, ocurrido el 28 de junio de 1914, inició la Primera Guerra Mundial, en la que el Reino de Italia intervino en mayo de 1915, siendo convocados a las armas, también,  los jóvenes italianos residentes en Bahía Blanca. En su relato, la Licenciada Miravalles, expuso sobre el trabajo de investigación que viene realizando, basado en su propia experiencia, a partir de las anécdotas  individuales sobre la Primera Guerra Mundial contadas por su abuelo y la de otros descendientes de italianos así como documentación de tal época.

Ana Miravalle (foto cortesía Circulo
Trentino Bahía Blanca)
De escuchar los relatos de su abuelo, con el tiempo, cuenta, que percibió que esa Guerra no tenía nada que ver con la Guerra de las canciones de los Alpinos que le enseñaron en el Coro de la Sociedad Italiana a fines de los años 70 ni con los monumentos de la ciudad de Trento ni con los poemas de Ungarelli. Tampoco con la Primera Guerra Mundial que estudió en el Curso de Historia Italiana en la “Asociación Dante Alighieri” y en la Universidad, al cursar Historia del Mundo Actual. En esos ámbitos se la presentaba como la Cuarta Guerra de la Independencia o la conclusión del Proceso de Unificación Territorial y el factor decisivo de Consolidación del Estado Italiano. La Guerra de su abuelo parecía una guerra sin héroes, la travesía de miles de campesinos de lengua italiana de esa región, que estaban en el sur del Imperio Austríaco y que fueron enviados al frente de batalla, primero como soldados austríacos de habla italiana y que luego pasarían a ser prisioneros de los rusos. Se calló todo lo que desentonaba con el relato oficial. A través de las entrevistas que realizó a descendientes de italianos de otras regiones, observó que, al contar las historias de la Primera Guerra, sus versiones coincidían en las terribles impresiones que la guerra les había dejado. Diez mil quinientos trentinos y un millón y medio de italianos muertos. Estos italianos vivieron, además, otra experiencia fuerte y traumática: la de la emigración de ultramar. Del frente de batalla en Galizia, en el frente ruso, a Kiev como prisioneros del campo de Kirsanov, hasta Vladivostok en el Pacífico, para volver a Italia, al frente de batalla en los Alpes (de uno o del otro lado de la frontera) y luego a la Argentina y a Bahía Blanca. Preguntándose la disertante ¿cómo ha pesado y pesa esa doble herida? ¿Cuánto de esas historias se cuelan en nuestras actitudes, en nuestros modos de concebir y percibir nuestra realidad, miedos y ambiciones? Ello, a pesar de haber sucedido del otro lado del mundo y hace cien años. 
Desde principios del 1900 comenzaron a llegar a Bahía Blanca miles de inmigrantes italianos. Pero, después de 1919, los que llegaron, aunque todos traían el pasaporte italiano, muchos de ellos vivieron la Primera Guerra Mundial luchando en trincheras opuestas: unos como soldados del Reino de Italia y los otros del Imperio Austríaco: los trentinos y triestinos de lengua italiana. Cuando llegan estos últimos se encuentran con muchos discursos y festejos por la victoria del Reino de Italia sobre los austríacos. Quienes participaban de los festejos eran los italianos que ya estaban en Bahía Blanca, la pequeña burguesía liberal local que exaltaba el heroísmo de Garibaldi y Mazzini como artífices de la unidad territorial italiana, festejando una guerra que ocurrió a más de quince mil kilómetros de distancia. No había lugar en ese entonces para que, quienes habían vestido el uniforme del enemigo,  aunque  fueran italianos ellos también. Tampoco para el relato de vivencias no tan heroicas. El contraste más fuerte se dió entre aquel vozarrón de las evocaciones públicas y el silencio de los trentinos y triestino; entre la retórica de la Patria y crudeza de la experiencia vivida por aquéllos. De las cosas terribles de la Guerra, los que volvieron, como el abuelo de quien exponía, dejaron de hablar, pero lo que queda callado, dice Ana Miravalles, en algún momento, igual se trasmite de un modo no verbal, influyen en decisiones y actitudes ante la vida: miedos, necesidad de acumular, de no tirar nada, alerta constante, comer todo lo que se servía en el plato, no demostrar ni demasiada alegría ni tristeza.
Muchos trentinos, que se encontraban bajo la potestad del Imperio Austríaco, tuvieron que pelear contra otros trentinos, enrolados como voluntarios en el ejército del Reino de Italia. La población civil de esas regiones de la línea de fuego también sufrió. Fue evacuada y obligada a dejar sus casas y permanecer por al menos tres años, la mayor parte, en campos de refugiados. De los pueblos que no fueron evacuados, mujeres, niños y adolescentes  fueron afectados al servicios militar, por ejemplo cargar piedras, mantener caminos o palear la nieve.  Sin comida ni medicamentos sufrieron epidemias y enfermedades. La crisis económica, luego de la Guerra, los obligó a emigrar a América. Allí, a aceptar una versión de la guerra, guardar silencio, vivir la experiencia traumática de pérdida de la propia lengua, costumbres, lazos familiares,  el paisaje, necesidad de adaptarse.
A lo largo de la conferencia, se escucharon canciones de los que vivieron la guerra. Estas recién en los últimos años han sido recuperadas y revalorizadas. Fueron cantadas por cuatro alumnas del Conservatorio de Música local. Aluden, más bien, a una memoria doliente y antiheroica, hablan de novias, fuentes, humo, fuego de ametralladoras, de la Mamma y del ansiado regreso del soldado. Resultó emocionante, cuando el coro comenzó a cantar, observar cómo poco a poco, algunos de los presentes comenzaban a unírsele formando una sola voz.  

La necesidad de estos inmigrantes fue la de borrar lo antiguo, la historia y asimilarse a lo argentino. Sus nietos se empeñan en reconstruir la historia.

AUTORRETRATO

 ¿Se acuerdan de mi Autorretrato? Tengo que agradecer a mi profe de fotografia, Luciana Lamas de "Las Zapatillas de Venus".

 


 Está publicado en la página 27 de la Revista "Albahaca".-

 

http://issuu.com/albahacatirada/docs/fineale_finale_i








lunes, 20 de octubre de 2014

Florencia Albanesi: Una periodista y mucho más

Entrevistando al ex presidente Néstor Kirchner
Por María Cristina Gallo

Con una cálida bienvenida en LU2 Radio Bahía Blanca, luego de concluido el programa “Dalo por Hecho” del que participa, Florencia se prestó a una entrevista que ya habíamos concertado.
Florencia en el informativo
Empecemos por lo obvio, le dije, o sea…. y allí ella, con una carcajada me dice:… sí, cuándo empezaste y comenzó a contar:
En el 88, cuando estaba en el secundario, hice un curso de Periodismo Deportivo, en ese momento no había ninguna carrera de ese tipo en Bahía Blanca. Mi tío Carlos Vecchietti tenía el programa “Buen día Viajero”, allí comencé a trabajar de movilera. Luego me recibí de Periodista Deportiva. ¡Ahí nació la movilera! Lo que tiene el Periodismo en la calle es que tiene mucho de oficio. El movilero va donde está la noticia; estás con la gente, en sus casas, dónde fue el accidente, es el que tiene la noticia en la epidermis. En radio tiene una doble misión porque son su ojos. Tiene que ser lo suficientemente descriptivo como para que vos, que estás en tu casa escuchando,  te puedas hacer la imagen lo más acertada posible de lo que el movilero está viendo. Luego de ésto, egresé del secundario, comencé a estudiar Historia en la U.N.S y mientras tanto empecé a hacer notas para un programa de televisión de Néstor Machiavelli; trabajé en Radio Universal, Identidad y Palihue. Era la época del inicio de las FM y por lo tanto había mucho de informalidad, poco de especialización y mucha expectativa de ver que era lo que se podía hacer porque había mucho lugar para realizar la tarea y pocos periodistas. Era muy joven, no tenía demasiada práctica y tuve pequeñas intervenciones. Participé durante muchos años en el programa “La Sombrilla” que se hacía desde Monte Hermoso. Luego empecé a hacer más cosas con cierta regularidad, algo de lectura de informativo y comentario en estudio y el móvil. También para el diario “La Nueva Provincia” escribí dos páginas, una de deporte femenino; los fines de semana, una llamada “Sábado en la Peatonal” y colaboraciones en “Bronceado”, un suplemento de verano. Además, hice la conducción de un programa de campo en Canal 7. Después de Universal empecé a hacer la producción de “Por Bahía” en Canal 9 por casi nueve años y dejé el diario. Mientras tanto surgió venir a trabajar en LU2,  ya efectiva.
-Lo que siempre me llamó la atención de vos, aparte de la alegría que siempre tenés y trasmitís, es que no hay muchos periodistas que informen tan claramente como lo hacés,  revelás que tenés  formación en los temas que tratás, por ejemplo la información que das desde Tribunales.                                                                                                          
El Periodista es un especialista en generalidades, tiene un mar de conocimiento pero de un centímetro de profundidad, salvo el periodista deportivo.  
-¿A vos te parece que es porque ha cambiado el público, la audiencia?                        
No, creo que es porque hay más oferta entonces la gente elige más.
-¿Pensás que a la gente le interesa que se le desarrolle una noticia en forma muy extensa, que le den muchos detalles del tema?                                                                                               
No, pero lo que sí quiere es que la persona que hable lo haga para que entienda todo el mundo, o sea, si vos hablás de un tema de Tribunales lo que tenés que hacer es no hablar como un abogado. A veces la gente me pregunta ¿vos estudiaste Abogacía? Yo les digo no. Yo lo que intento es descifrar, es como leer la receta de un médico, yo me pregunto, ésto para qué sirve. En Tribunales ponía el acento en explicarle a la gente los pasos, traducir el lenguaje técnico, poder hacer accesible la información para que todos entiendan. Hice casi doce años de Tribunales. Cubrí la tragedia de Patagones, lo de Victoria y Horario, el crimen de Glasman, el caso Heit. También los juicios de Lesa Humanidad. Un día cubrí la violación de una nenita, eso me hizo muy mal y dije no. En algún momento de tu vida algo te hace un “click” y decís acá paro, hasta acá llegué, quiero cambiar. Me pareció que era un momento para cambiar, pedí de volver al móvil general. Mientras tanto surgió de estar en la Mesa con Lorenzo Natali, no había estado nunca y fue un tiempo de prueba para mí. Y luego volví a la calle con el móvil. Ahora, también, estoy participando de “Dalo por Hecho” hasta febrero. En la tarde tengo el espacio “Buenas-Buenas”.
-En estos 26 años que llevás de profesión ¿vos pensás que a algunos periodistas les ha cambiado el rol,  que pasaron a ser ellos los protagonistas de la noticia?                                                 
No, no acá en Bahía. Hay que ver cuál es la mirada que uno tiene del Periodismo. Yo la que tengo es del Periodismo como Servicio, el de informar pero también el de aportar algo. Ahí va asociada la parte de la alegría. Yo creo que vos podés trasmitir una noticia sin necesidad de  ser tan ceremonioso o tener un gesto adusto, claro si las circunstancias lo merituan. Creo que la sonrisa está devaluada. Que se pueden hacer las dos cosas, con más amabilidad, con más explicación, tratando a la gente como si uno estuviera charlando en su casa, pueden entender mejor las cosas. No me sirve dar cátedra. El periodista deba pasar lo más inadvertido posible y que la gente analice: ¿qué toma de esa noticia, cómo la toma y qué quiere hacer con eso?
-¿Cómo has vinculado el Periodismo con el Arte? ¿Vinieron juntos, o uno vino primero?
En realidad una cosa es consecuencia de la otra. El arte estuvo siempre. Todos en mi familia son artistas, somos seis hermanos y catorce sobrinos. Una linda familia. Mi Papá era médico pediatra y tocaba muy bien la guitarra, tenía una voz hermosa, cantaba folklore y tango y era muy divertido. Actuaba en las fiestas de fin de año de medicina pediátrica, y éso en algún lugar está. Y a partir del 2010, por circunstancias personales, cambié la cabeza, iba a clases de canto desde hacía muchos años y por una circunstancia casual en el Histórico Café Museo el dueño me invitó a cantar tango y me pregunté ¿porqué no hacerlo? Así armé mi show “Canciones de Amor y de Humor”, con tangos, milongas, melódicos y  rancheras mejicanas; me gustaba que las canciones tuvieran un hilván y que la gente se divirtiera, que yo me divierta. Esas cosas te rescatan de muchas cosas, del laburo, que en generalmente son malas noticias y de lo cotidiano de la vida. En el marco del Festival del Tango hice “El Morocho y la Flor”. En dos oportunidades en el Paseo de la Pasos Perdidos del Congreso de la Nación con una delegación de Bahía en acto de Reparación Histórica de Carlos Di Sarli  y en el 93º Aniversario de la Radiofonía. Con Gaby "la voz sensual del Tango", hacemos a veces “Noche de Brujas” y “Muñecas Bravas” en el Histórico Café Museo. Ahora estoy pensando un show distinto, en el que tenga alguna intervención el público.
-Contame, ¿alguna “metida de pata” o alguna nota rara?                                                                                         
Muchas, por ejemplo que se te abra el micrófono, encajarse con el móvil en medio de la nota. Otra cuando vino Carlos Saúl Menem al CONICET,  ya había cubierto el acto y me estaba volviendo al auto, cuando veo que baja el helicóptero a cien metros de donde estaba, entonces empiezo a correr a campo traviesa, grabador en mano y bolso. Lo veo a Menem, Ramón Hernández, Corach, Kohan y toda la delegación. A pocos metros de llegar a ellos se me rompe el taco del zapato, seguí corriendo hasta que llegué hasta Menem, él me miró, se empezó a reir y me dio la nota. Le hice las preguntas con el taco y el grabador en la mano.
-¿´Tenés alguna noticia que puedas decir “ésta fui mi la nota”? O no hay ninguna en particular?
A veces uno le hace una nota a alguien más ignoto. Entrevistar a los padres de un chico muerto es algo que me conmueve, a Silvia Braun, a Perla Muñoz. Como contraparte de las malas noticias yo tengo un espacio ahora a la tarde, que se llama “Buenas. Buenas” que intenta mostrar la sociedad silenciosa que hace el trabajo solidario. Una de las notas que más me emocionó fue a Marisa Businelli, es la mamá de tres chicos, el más pequeño no tuvo problemas de salud hasta los 5 años y luego desarrolló una enfermedad neurodegenerativa, es un chiquito con muchas dificultades y ella, superando ese dolor, creó una O.N.G. viendo que los chicos que tienen discapacidades, pese a que van a escuelas especiales,  no tienen un lugar de recreación. Entonces tiene una casita, un lugar donde se juntan los chicos. Esos héroes anónimos son los que me conmueven, la gente de “Hogares de Belén” o Nela Agesta, por ejemplo. Mis padres siempre han tenido actitudes solidarias. Mi mamá trabajó con ella en un hogar en forma solidaria durante treinta y cinco años, o sea que conozco lo que es el laburo internamente y lo que es la ingratitud que hay detrás del trabajo solidario; ese trabajo anónimo del día a día que no siempre se conoce. “Red Solidaria”, “Ayuda-Le”, cantidad de comedores, O.N.G., gente que hace tarea de prevención en la calle, de prevención de suicidio y tantos otros. O los médicos que operaron a una beba que tiene el corazón del tamaño de una aceituna. Yo desde mi lugar intento visibilizarlos para que no quede la sensación de que nadie hace nada para que el mundo esté mejor. A veces está esta sensación de desesperanza porque hacen más ruido los malos. A veces hay que hacer una mea culpa en los medios, ¿la gente consume eso o es lo que el medio le da? A mí me ha pasado muchas veces que después de las “Buenas-Buenas”, la gente llama y dice gracias. Son cosas que a uno le gratifican. Esas noticias hay que contarlas.
-¿Hay cosas a las que le decís no? 
Yo trabajo con mucha libertad. Le digo que no a las cosas que tienen que ver con algo que no sume, el sólo lucimiento personal me fastidia un poco, o cubrir una noticia de un hecho negativo y utilizar el amarillismo o resaltar la faceta más cruel. Con el dolor ajeno no se juega, ese es mi límite.
-¿Algo que te gustaría hacer?
A mí me hubiera gustado ser muchas cosas y lo que tiene el Periodismo es que te permite cubrir todas esas facetas un poco cada día y es lo que hace que no te aburras. No tengo grandes frustraciones. El trabajo de periodista tiene mucho de histriónico cuando te parás frente a la gente para pedir una nota. Lo que tiene la radio es que vos entrás en la casa, sos uno más y la gente te saluda como si te conociera, porque vos estás todos los días con ellos.
-¿Cómo cuidás tu voz? 
El día que canto suelo dormir bien, no salir, descansar. No fumo, hago la administración del aire, los ejercicios de la voz. Hice la carrera de Locución Nacional en el Juan XXII, que duró tres años, pero yo hablo como me gustaría que me hablaran, charlando frente a frente.
-¿Qué te gustaría que se resaltara en esta nota?
Que el Periodismo es un servicio y que también los medios pueden ser portadores de buenas noticias. Creo que se puede hacer un periodismo positivo, sin descuidar lo otro  y un periodismo responsable, de chequear la noticia, de informar bien, de explicar. A veces faltan datos, referencias o se publican noticias sin contexto, puede ser por falta de preparación o de falta de responsabilidad de quienes contratan pero también tiene que ver con una responsabilidad personal. Yo me intereso siempre en escuchar la crítica, porque eso es lo que te puede aportar.
-Creo que una cosa que vos tenés, y que me encantaría tenerla yo, es la credibilidad.
Sí, pero eso se construye. Se construye y se destruye. La credibilidad no sólo es del medio, también uno construye su credibilidad personal independientemente de aquel.
¡Gracias Florencia Albanesi! Periodista, Locutora Nacional y Artista. Creíble y querible.

jueves, 16 de octubre de 2014

Una voz ancestral que reclama

Por María Cristina Gallo
Fabiana Mendez leyendo el manifiesto
(foto Mirta Bertolli)
 
El pasado fin de semana se realizó en la Plaza Rivadavia de Bahía Blanca el “XXIII Encuentro Nacional de Artesanos”. Ahí, casi 400 artesanos de todo el país expusieron su saber y experiencia a través de sus producciones en cuero, piedra, metal, tela,  resina, arcilla y otros elementos naturales. También hay música, bailes y artistas callejeros. 
Entre otros músicos en el encuentro se encontraron representadas diversas culturas de los Pueblos Originarios mapuche, ranquel y coya: Millaray Nahuelpa, música mapuche; Bernabé Mamani música andina; el “Grupo Patagón” música intercultural, “Banda Andina” música andina, “América Morena”;  baile folkórico y Daniel Ramires,  música mapuche.

En consonancia con el “Día del Respeto por la Diversidad Cultural”, el viernes la organización “Mapuche Kumelen Newen Mapu” –cuyo significado es “Estar en armonía con la Tierra”- hizo sentir su voz a través de un documento que leyó de Fabiana Méndez , miembro de la agrupación. En el mismo ratificaron que para los Pueblos Originarios el 11 de Octubre sigue siendo el último día de la libertad y el comienzo de la resistencia, denunciando el avasallamiento que vienen sufriendo desde la Conquista española hasta nuestros días.  Resaltan que se siguen firmando acuerdos y vendiéndose su ñuke mapu (tierra) en pro de un supuesto progreso o bienestar. Denuncian la contaminación, que produce enfermedades y daños irreparables en el entorno natural mediante la minería-fracking, los buques gasificadores, los agroquímicos, los desmontes, las represas, los derrames de petróleo, entre otros, a la que Bahía Blanca no queda exenta. El documento es un llamado a toda la sociedad para la reflexión, a fin de lograr un cambio y para que se comprometa con el respeto a la Naturaleza para vivir en armonía envueltos en la fuerza de  los ancestros. En la cultura Mapuche el cuidado de la vida es de enorme relevancia, es el centro del conocimiento y de la reproducción cultural.
Cerámica mapuche (foto Mirta Bertolli)
La Campaña al Desierto de Juan Manuel de Rosas fue una campaña militar que el ex gobernador realizó entre 1833   principios de 1834, para someter a la obediencia criolla a los indígenas del desierto o la tierra adentro, terminar con los malones, rescatar los cautivos, incorporar tierras para la agricultura y la ganadería. Esta Campaña de Rosas implicó el despojo de tierras que fueron repartidas entre los expedicionarios como premios con un el saldo fue de 3200 indígenas muertos y 1200 prisioneros. Más tarde llegó la Conquista del Desierto, otra campaña militar llevada a cabo cruelmente por Julio Argentino Roca entre 1878 y 1885, que anexó un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por unas 15.000 pobladores originarios,  pasando a 14.000 el número entre sus muertos y prisioneros. Las tribus que sobrevivieron fueron desplazadas a las zonas más periféricas y estériles de la Patagonia. Unos 10.000 nativos fueron tomados prisioneros, algunos enviados a Buenos Aires, donde los separaban por sexo, a fin de evitar que procrearan hijos. A las mujeres las repartieron por los diferentes barrios de la ciudad para el servicio en casas de familia, mientras una parte de los hombres se envió a la isla Martín García, donde murieron, en su gran mayoría, a los pocos años de reclusión.
“Mapuche Kumelen Newen Mapu”, a través de Fabiana Méndez, indicó que su principal aspiración es que el Estado se comprometa al cambio, que respete los territorios que ocupan los Pueblos Originarios porque “la Tierra es parte nuestra, es nuestro hermano” y el Territorio tiene una cosmovisión ancestral”. Respecto a la Educación Intercultural, prevista en el art. 44 de la ley provincial 13.688, dice que  participan de la Mesa de Educación Intercultural y aspiran a que se eduque revalorizando la cultura y cosmovisión de los Pueblos Originarios mediante propuestas que contemplen una Pareja Pedagógica, un maestro y un hermano que sepa hablar de la cosmovisión. Todo en un marco de aceptación de las diferencias culturales, étnicas, de origen, religiosas, de sexos, géneros, generacionales, lingüísticas, físicas, entre otras.
Fabiana es profesora de telar Mapuche o witral El traspaso de este conocimiento es propio de las relaciones entre mujeres y ella lo aprendió de su madre. Se caracteriza por  una combinación de figuras geométricas para la construcción simbólica, dentro de éstas pueden distinguirse cuatro principales: rombos, triángulos, cuadrados y cruces. También Fabiana hace cerámica o metawe, habilidad aprendida de su padre.
Las mujeres Mapuche visten principalmente de negro, color que simboliza lo sagrado, la sabiduría o kimún  porque es la expresión de la amplitud del universo, de lo imposible de ser escrito. Usan el trariwe  que es una prenda de lana tejida que ubican en la cintura y se relaciona directamente con el resguardo de la fertilidad y la protección sagrada de donde se alojara la nueva vida, el útero. El trapel o trapelacucha es un adorno pectoral hecho en plata lo mismo que el trariwe que es un cintillo de plata que se pone sobre la frente.
Nuestra Constitución Nacional, a partir de la reforma de 1994, proclamó en su art. 75 inc.17: “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respecto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan; regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, trasmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y los demás intereses que la afecten...”.

Veinte años ha pasado de esta reforma, ahora es tiempo que los derechos reconocidos a la Pueblos Originarios puedan ser ejercidos.

lunes, 6 de octubre de 2014

La cerámica local de fiesta

Por María Cristina Gallo
Hayddé  Natali  y “Tato” Corte presentado la muestra
 
El sábado pasado se inauguró, con muchísima concurrencia de público, una muestra de Cerámica Bahiense en la “Casa Museo Haydeé Natali”, sita en calle Waika 609 del Barrio Patagonia de Bahía Blanca.
La exposición, que fue presentada por Hayddé  Natali  y “Tato” Corte, exhibe  una amplia muestra de cerámica en su desarrollo y recorrido histórico hasta nuestros días. Parte desde la originaria de los pueblos cazadores y recolectores, sigue con la loza importada de Europa y que usaban las familias acomodadas bahienses para tomar el té, porrones de ginebra y la primera manufactura de tradición europea hecha por los hermanos Cerella en esta ciudad y finaliza con la obra de ceramistas contemporáneos locales como Daniel Diego, Rafael “Cacho” Martín, “Tato” Corte y otros muchos formados en diversos talleres,  cooperativas, centros barriales  y en la carrera de cerámica de la Escuela de Artes Visuales de Bahía Blanca, creada en el 2003.
Cuenco con guarda geométrica de Marita Arana
 “Tato” Corte  resaltó, entre otras,  la hermosa pieza de Marita Arana, que es la reproducción de un cuenco con guarda geométrica grabada, de origen posiblemente Tehuelche, cocido a leña y expuesto en el centro del salón de exposiciones. La belleza de su diseño nos demuestra no sólo su practicidad como elemento para cocer alimentos, acarrear agua o fuego sino toda la simbología que encierra su ornamentación. Detacable el brillo de la misma.
La loza europea importada, se mostró reconstruida por Liliana Descanio y Patricia Aguirre a partir de fragmentos encontrados en el viejo basural de nuestra ciudad, donde estaba el Matadero.
También, “Tato” se refirió a la obra de los hermanos Domingo y Franco Cerella,  venidos de Abruzzo, Italia, que instalaron aquí la Fábrica de Cerámica que llevó su nombre e introdujeron el esmalte. Cerrada la Fábrica, cuenta, Domingo continúo con lo que se llama hoy su obra “pictórica cerámica”, realizando murales cerámicos que hoy encontramos en muchos frentes de iglesias, casas y jardines de Bahía Blanca.
Se recuerda que el primer taller de cerámica fue instalado  en Bahía Blanca, en 1967, por  Rafael “Cacho” Martín  cuando vuelve del exterior y ha sido la  cuna de la mayoría de los ceramistas actuales. Por último, cabe resaltar en esta breve reseña, lo que podríamos llamar la democratización de la práctica de la cerámica que llevaron a cabo Daniel Diego y “Tato” Corte, cuando comenzaron a trabajar haciendo una cerámica originaria con arcillas locales, greda y arena de chamote, cocida a hornos a leña, utilizando recursos sencillos y  dándole así una identidad regional a las piezas, de fácil acceso para su realización por sus  bajos costos y con el claro objetivo de que la cerámica vuelva a ser un arte popular.
Acompañaron la muestra la música interpretada por la agrupación “TOTEM”, conformada por Pablo Cacderes Silva, Jesabel de los Santos y Virginia de la Cruz  que hicieron Folk escandinavo y Nativo americano.
Para el 25 de octubre y a partir de las 15 aproximadamente, los ceramistas bahienses, en el llamado “Rincón de los Poetas, sito en Córdoba y Urquiza de nuestra ciudad,  tienen previsto el evento denominado “Raku a orillas del Napostá”,  en el que el público en general podrá participar esmaltando piezas de cerámica, las que podrán ser proveídas en el lugar y hornearlas. Se obtienen al final del proceso tonalidades, texturas, matices y colores fascinantes y nunca iguales de una pieza a otra, que pueden ser desde rojos metalizados hasta craquelados, nacarados y tornasoles característicos de esta técnica. El “RAKU” es una compleja alquimia donde intervienen los cuatro elementos, la tierra, el fuego, el agua y el aire, de la cual resultan piezas únicas.
La “Casa Museo Haydeé Natali”  está abierta los sábados y domingos de tarde.  Haydeé Natali tiene una amplia trayectoria como docente de los niveles primario, secundario y universitario y decidió abrir este centro para desarrollar exposiciones, cursos, conferencias y seminarios de interés general en un sector de la ciudad donde no hay espacios culturales. En la Casa Museo se exhiben, de manera permanente, artesanías del mundo, colecciones de trajes de diferentes países, bibliografía especializada en turismo, una colección de videos sobre lugares y arte de distintas regiones del planeta.  También una colección de cuadros de la misma Natali, que fueron expuestos en distintos espacios de nuestra ciudad  y también en otros puntos del país.